Para
trabajar con los alumnos las palabras mágicas, antes que nada presente a los
alumnos una historia donde no existían los valores, representados en un aula donde
los materiales de trabajo no se pedían respetuosamente al igual que cuando existia un conficto estos no eran solucionados, nadie decía
los buenos días y buenas tardes, llevándolos a reflexionar sobre que creían que
podían hacer para realizar un recordatorio y tener presente las palabras mágicas
para que existiera respeto entre todos.
Los
niños reflexionaron y escribieron sus comentarios, manifestando que las palabras como: lo siento,
disculpa, por favor, gracias, buenos días, buenas tardes y me gusta tu trabajo podían
ser aquellas para que en su aula no existiera lo mismo que en esa historia que
les había contado, al igual que debían aplicarlas en casita para tenerlas
siempre presentes.